El 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Este año se enfoca en abordar el brote de enfermedades infecciosas en el trabajo, centrándose en la pandemia de COVID-19.
Además del control de la enfermedad, se plantea la necesidad de retornar a la actividad laboral en condiciones que permitan preservar la salud de los trabajadores. Hay que establecer nuevas formas de convivencia y nuevas reglas de organización de los puestos de trabajo.
Según el estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo, los jóvenes son los más afectados económicamente por el COVID-19.
Ahora, más que nunca, la prevención puede salvar vidas.